Tenía un cerebro que devoraba preguntas…
una mente que elaboraba respuestas,
y un corazón que las transformaba en silencios...
Temía que su torpeza lo condenara a contemplar el mundo desde una colina solitaria…
Temía perder el placer del asombro y el mirar desde su adentro…
Esa tarde, de luna callada, quedó aprisionado entre la ira y la paz.
Ella tan solo le dijo:
- Porque tenes esa cara de malo?
3 comentarios:
Seguramente le respondió: porque me han lastimado mucho y ya no sé en quien confiar. Ojalá la niña le responda: confiá en vos y sabrás que no te vas a equivocar, aún cuando los demás se equivoquen.
Como es adentro, es afuera.
quizás le responda: como te llamas?...
Y tal vez ella le diga entonces..
Soy Luz, y no quiero hacerte daño... solo quiero que juguemos juntos.. me gusta que vos seas grande y yo chiquita..
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