jueves, 5 de agosto de 2010

tango


Ya era un perfecto dragón.

El duro entrenamiento al que había sido sometido incluía una extensa e intensiva educación sobre imitación de conductas. Los dragones maestros le habían enseñado todos los métodos de adaptación, sobrevivencia, camuflaje y convivencia necesarios para ocupar un merecido lugar en el planeta.
Pero él quería ser hombre. El uniforme de escamas se iba desgastando con el tiempo y empezó a notar que a veces le apretaba, y a veces le quedaba demasiado grande; Notó que “esa” su prisión a veces estaba demasiado fría y entonces se acurrucaba con tristeza contando las horas que nunca pasaban; Otras veces, cuando el calor lo agobiaba perdía el control y la ira lo asfixiaba.
Quería olvidarse lo aprendido.

Quería ser un hombre.

Un día, caminando por suipacha y corrientes escucho una música extraña y agradable que venía desde arriba de las escaleras.

Subió y preguntó:
-que es lo que suena?

-“Tango” - le dijeron.

Y al poco tiempo su curiosidad quiso que aprendiera

Y un poco más después, bailando, una princesa, le preguntó si él también sentía que volaba con el abrazo…

Empezo a ir todas las tardes.

Y antes de subir, se sacaba el sombrero, las culpas y los miedos.

Entonces pudo compartir, y soñar, pudo admirar la gracia de una mujer entregada a la pasión, pudo dibujar en el suelo las formas de la alegria del alma, y pudo ser uno, y dos y tres…

aprendió a cuidar al otro, a sentir al otro, a disfrutar del otro, y a no pensar más allá que el preciso instante que transcurría… bailando…

Así que una noche, antes de bajar, y sabiendo de su infancia demorada,
miró la luna por la ventana,
y le confió que era feliz…

2 comentarios:

Lorena dijo...

Hermoso..."Y antes de subir, se sacaba el sombrero, las culpas y los miedos". Todo aquello que en nuestras vidas logre esto, tiene que aparecer para quedarse.
Besos Ale!

Alejh Boclaud dijo...

Que lindo comentario Lore! Es una reflexión digna de conservar pegada con un imancito en la puerta de la heladera para leerla todos los días! Beso grande!