jueves, 29 de julio de 2010

encuentros II

Te vi… yo también te vi…
Sabía que aparecerías esa noche,
con tu silencio plateado
a saludarme desde el río…
y estabas tan linda, tan pero tan linda
que apenas pude
decirte gracias…
y entonces todas
mis tantas risas y
todas mis tantas lágrimas,
se abrazaron y bailaron…
y tu brillo
tu imponente y timido brillo
cumplió mi deseo
de que te quedes
sin para siempres y porque nuncas
porque sí
un rato mas…
conmigo
aquella noche…

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